martes, 16 de febrero de 2010

Consecuencias de la maratón

Quería escribir sobre la mítica distancia, pero ando bastante ajetreado, así que sólo diré por ahora que la próxima vez que busque trabajo no iré a la cola del paro, mejor me apunto a una maratón. El año pasado, 3 días antes de mi primera maratón empecé a trabajar; este año empiezo 3 días después de la segunda.

Si alguien duda de la relación entre la maratón y el empleo, también diré que esta mañana, en la entrevista de trabajo, esgrimí que mis movimientos ortopédicos se debían a la carrera del día anterior, lo cual era prueba irrefutable de mi amor por el deporte. Esta tarde me han confirmado que el miércoles empiezo a cubrir la baja de un profe de Lengua que también da algunas clases de Educación Física para completar horario.

8 comentarios:

  1. Pues va a ser que las maratones vienen con un pan bajo el brazo...
    Ya nos contarás cómo fue la cosa. Yo, ay, a mi edad, creo que me voy a quedar con esa espinita de la maratón...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas felicidades, Quique!

    Esperemos que sea una baja duradera.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Gracias por vuestra enhorabuena, estoy francamente contento con el trabajo. Sobre la maratón escribiré este fin de semana.

    Juan Antonio, nunca es tarde para la maratón, es más, la mejor edad para el maratoniano es a partir de los 40, así que aún te quedan años por delante para afrontarla en plenitud de condiciones.

    ResponderEliminar
  4. Una curiosa relación la tuya con la maratón, jejeje.

    ¿Y si me pusiera a entrenar en serio? Lo mismo hasta encontraba trabajo yo también, XD. Aunque, por el momento, continuaré buscándolo por las vías tradicionales ;)

    ResponderEliminar
  5. Sea por donde fuere mucha suerte, y ánimo también, Víctor.

    ResponderEliminar