domingo, 31 de octubre de 2010

Correteando por los jereles

Hoy escribo aquí, todavía con el sabor de la gastronomía jerezana en la boca. Cuando se viene el frío -aunque sólo se trate del viento que lo anuncia- a uno le entran ganas de correr. El invierno es el tiempo de la reflexión y ésta se esconde también en la soledad del corredor de fondo. Como en la escritura. Como en el blog.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Intento de reapertura

Leyendo la entrada de Spes me han entrado ganas de volver a escribir aquí. No sé muy bien qué voy a contar cinco meses después de la última entrada y más de un año después de la primera. Eso sí, será breve, porque de amigos, trabajo y otras ocupaciones ando servido, pero de tiempo necesito ración doble.

jueves, 27 de mayo de 2010

Descripciones

Se trata de una actividad realizada con mis alumnos de 1º de E.S.O. Consistía en la descripción de objetos cotidianos como si se fuera completamente ajeno a ellos y a su uso. Selecciono estas tres:

Una regla

Es una especie de lanza escrita, pero sin punta. Parece que se puede utilizar para azotar a las cosas y también tiene muchas líneas que le salen por los lados. Supongo que será para distraer a la víctima. Seguro que es un arma.

(Ignacio R.)


Un cuaderno

Está formado por unas láminas finas, cuyos lados son como cuchillas que cortan. Todas ellas tienen líneas como lanzas que forman rayas cruzadas. Una serpiente pequeña da vueltas sin parar, su cabeza y su cola enganchadas están.

(Alberto M.)


Unas tijeras

Es un objeto extraño. Al moverlo hace un ruido que da escalofrío. Creo que es un instrumento musical. Tiene dos agujeros, pero no son para soplar. También puede ser un pincel porque al frotarlo con la piel hace pintura roja.

(Javier M.)

lunes, 26 de abril de 2010

XVIII Media Maratón Ciudad de Jerez

Éste es el resultado de los arduos entrenamientos de feria, esto es, de las largas tiradas por las calles del real y de las 4 series de sevillanas realizadas con tesón una y otra vez. No penséis que soy un inconsciente, en tan duro entreno no faltaron el avituallamiento y la hidratación.

jueves, 15 de abril de 2010

Literatura social

Anoche me hablaba un escritor sobre la importancia de la literatura social y no terminaban de convencerme sus razones, esta mañana leo que la literatura "mas allá de encarnar una herramienta de acción social es un acto de rebeldía en sí mismo, una opción personal para interpretar el mundo desde una determinada óptica". Estas son palabras mayores. Por eso remito al artículo completo, sin desperdicio y con una fotografía extraordinaria.

martes, 13 de abril de 2010

De la experiencia a la trascendencia

Las referencias palpables de los poemas los anclan a la realidad y evitan que el lector piense que el poeta se refiere a un simple tópico. Así me lo hizo ver doblemente mi amigo Alberto, primero al corregirme un texto y después al recomendarme La niebla, de José Mateos, en uno de cuyos poemas vi, paradójicamente, con extrema nitidez la importancia de la alusión experiencial, no por ser fin en sí misma, sino por dar pie a la trascendencia del poema.

Alea jacta est

Hoy, más firme que nunca, el propósito de rematar al tuerto.

Felicidades, Terita.

jueves, 8 de abril de 2010

Ya huele a feria...

Y por si fuera poco, en la presentación del libro de Rocío Fernández Berrocal Juan Ramón Jiménez y Andalucía. El sentimiento de eternidad, la autora nos deleita con un poema en prosa del moguereño. No cuesta imaginar al poeta como un reportero del National Geographic, observándolo todo a escondidas y con sumo detalle. Empieza así:
Las sevillanas, este baile único, son como un vuelo. Se adelanta la pareja y se abre de alas, y ensaya un poquito aquí y allá. Luego, el aleteo se fija, se enreda, se complica, hasta que le entra el goce de sí mismo, y entonces, copla a copla, se yergue, se ladea, roza el suelo con el ala, se tiende, se embriaga, enloquece su oleaje... ¡Ya está loca la pareja! [...]

sábado, 20 de marzo de 2010

Cádiz

Sea en tren o en coche, ya en el camino a Cádiz se vislumbran algunos de sus beneficios. Su magia consiste en hacer que uno se sienta al margen de las preocupaciones. Se aconseja comida en restaurante hispano-marroquí y posterior paseo junto al mar. La asistencia a unas jornadas de lingüística u otros actos académicos no es obligada, pero puede servir de excusa para la visita.

miércoles, 24 de febrero de 2010

XXVI Maratón Ciudad de Sevilla

Más de una semana después puedo recordar las emociones de cada uno de los kilómetros de la maratón. A pesar del frío de ese día, decido correr con calzonas y camiseta de tirantas. Para los primeros kilómetros llevo unos guantes de plástico, esos de la gasolinera o de la frutería. Los tiro en el primer avituallamiento. Más tarde, en el kilómetro 18, con la brisa del norte en la cara, en la desangelada avenida de Kansas City, los echo de menos, tengo las manos congeladas.

Ya he dicho por aquí que al día siguiente tenía una cita importante, así que desde la salida desecho la idea de acercarme a las 3h.50 y me conformo con bajar de 4 horas y, sobre todo, con disfrutar de los últimos kilómetros, con completar la maratón sin sufrir –entiéndase el oxímoron-. Los primeros kilómetros llegan puntuales. Hasta el 18 voy en un buen grupo, con algunos corredores que conozco del foro de El atleta. Mantengo el ritmo hasta el 20, donde me espera Miguel, dispuesto a acompañarme hasta meta. La media maratón la paso en 2 horas, prácticamente igual que el año pasado, cuando me fui a 4h.12. Los siguientes kilómetros los hacemos rápido y en el 25 me empiezo a notar las piernas pesadas. Ver el campo del Sevilla no puede traer nada bueno, pero lo peor es que recuerdo que el año pasado iba mucho mejor a estas alturas. No está bien pensar en esto, en una maratón las comparaciones son especialmente odiosas. Achaco las malas sensaciones al frío (4 grados) o al exceso de palique de los primeros kilómetros. En este momento el apoyo de mi familia es especialmente importante. Tere está en el 27 y el 30. Mi padre casi ha hecho media maratón para verme en distintos puntos de la carrera.

Así las cosas, entre el empeño de Miguel por no hacer los kilómetros por encima de 5:40 y mis recelos, que me hacen guardar fuerzas para el final y no hacerlos por debajo, llevamos un ritmo constante. Guardar, guardar y guardar es la consigna. Al paso por el 32 una agradable sorpresa. Manu nos espera para hacer los últimos 10 kilómetros con nosotros. Gracias a mis dos liebres, a sus palabras de ánimo, consigo mantener el ritmo. En el 38 toca sufrir, miro el reloj a cada momento y veo que los minutos no pasan. Pero el ritmo se mantiene. Hay opciones de bajar de cuatro horas y eso me sirve de motivación. En el último avituallamiento, el del 40, que el año pasado pasé andando, no cojo nada. Aún tengo fuerzas para aumentar el ritmo en el 41 y entro pletórico al Estadio, disfrutando de la carrera que he hecho. Ya en la pista, busco el cronómetro de meta y veo que el tiempo oficial pasa de las 4 horas por algunos segundos. Con el objetivo de bajar de 4 horas sin cumplir, sólo me queda disfrutar de los últimos metros. Aflojo para esperar a Miguel, que se ha quedado unos metros rezagado y saboreo la gloria, que no entiende de cronómetros.

Se podrían decir muchas más cosas, pero baste la foto de entrada en meta.



sábado, 20 de febrero de 2010

Educando a los hombres de mañana

La semana pasada, viendo (en la tele) la gran final del Falla, oía este pasodoble. Aunque con retraso -ya doña Cuaresma se impuso a don Carnal- os lo dejo por aquí, que bien lo merece. Y de paso, tomo prestada una nueva etiqueta.

martes, 16 de febrero de 2010

Consecuencias de la maratón

Quería escribir sobre la mítica distancia, pero ando bastante ajetreado, así que sólo diré por ahora que la próxima vez que busque trabajo no iré a la cola del paro, mejor me apunto a una maratón. El año pasado, 3 días antes de mi primera maratón empecé a trabajar; este año empiezo 3 días después de la segunda.

Si alguien duda de la relación entre la maratón y el empleo, también diré que esta mañana, en la entrevista de trabajo, esgrimí que mis movimientos ortopédicos se debían a la carrera del día anterior, lo cual era prueba irrefutable de mi amor por el deporte. Esta tarde me han confirmado que el miércoles empiezo a cubrir la baja de un profe de Lengua que también da algunas clases de Educación Física para completar horario.

miércoles, 10 de febrero de 2010

La papelera

Estamos en el tiempo del reciclaje. El cambio climático nos obliga a ser el sujeto de la acción, la tasa de paro a ser también el objeto. El poeta, que no es ajeno a la gravitación del reciclaje, rechaza fácilmente borradores que nunca gustaron. Le duele más reciclar aquel poema tan seductor que, en un momento de lucidez, descubre inoperante.

martes, 9 de febrero de 2010

Temas para un poema

¿Cuáles son los temas apropiados para la poesía? ¿Sólo se puede poetizar lo que se anhela o lo que se ha perdido? ¿O también lo que se disfruta en este preciso instante?

Filóloga errante me instó a que pusiera en el blog más poemas de Borges, así que ahí va éste. Además de aparecer algunos posibles temas, los tiempos verbales -"haber mirado" y "haber sentido"- remiten al pasado:

El Sur

Desde uno de tus patios haber mirado
las antiguas estrellas,
desde el banco de sombra haber mirado
esas luces dispersas,
que mi ignorancia no ha aprendido a nombrar
ni a ordenar en constelaciones,
haber sentido el círculo del agua
en el secreto aljibe,
el olor del jazmín y la madreselva,
el silencio del pájaro dormido,
el arco del zaguán, la humedad
-esas cosas, acaso, son el poema.

(Jorge Luis Borges, en Fervor de Buenos Aires)

domingo, 31 de enero de 2010

A dos semanas de la maratón

Quedan dos semanas para la Maratón de Sevilla. ¿O debería decir que la Maratón comienza en el momento en que uno se empieza a preparar para ella y que esos 42,195 km. son sólo la guinda del pastel? Creo que el planteamiento tampoco es correcto. Por poner un ejemplo que me es cercano, en las últimas oposiciones a las que me presenté, un amigo me preguntaba por el tiempo que le había dedicado a prepararlas. Contesté, seguro de ello, que unos 24 años. Hoy no me cabe duda de que mi respuesta fue algo exagerada, pero no es menos cierto que todo lo que uno aprende durante su vida está presente en cierto grado en una oposición, y que, cuando uno apenas la ha preparado específicamente, ese grado es aún mayor.
Más allá de esta circunstancia, en absoluto despreciable, diré que empecé a correr esta edición de la Maratón de Sevilla allá por el pasado octubre. Desde entonces más de 500 kilómetros han curtido mis músculos y articulaciones y días de lluvia y viento han moldeado mi voluntad, algo menos importante que las piernas en otras carreras, pero no en una maratón.
Ahora que quedan sólo dos semanas para la cita, el monstruo ya impone. Por eso, aunque pensaba hablar hoy de las dos últimas carreras en las que he participado -la Media Maratón de la Cal y el Olivo y la Media Maratón de Alcalá de Guadaíra-, sólo diré que quedan dos semanas de disfrute antes de que en la pista del Estadio me vuelva a demorar para saborear cada una de las últimas pisadas de esta prueba, que ejerce una atracción ineluctable.

miércoles, 20 de enero de 2010

Los títeres

Anoche, sentado en el sofá, charlando con mis abuelos, se estaba en la gloria. Esta mañana, mi abuelo me recordaba nuestra conversación y evocaba aquellas otras, en el campo, antes de cenar, a la luz del candil. Recordaba anécdotas e historias que le contaron hace 70 años, con nombre y apellido. Y es que el ser humano tiene una necesidad innata de contar.

Anoche pensaba que era yo el que más disfrutaba de las palabras de mis abuelos, pero seguro que ellos disfrutaron tanto como yo contándome esas historias.

Para haceros partícipes de esa alegría, copio un poema que me recitaron, a dos voces y corrigiéndose el uno al otro. Además, paraban a cada momento para explicarme algunos versos, porque, me decían, yo no he conocido los títeres que iban de pueblo en pueblo. Esas acotaciones, que no tienen desperdicio, me las guardo para mí, pero espero que disfrutéis el romance.

Los títeres

Hay títeres esta tarde
y todo el mundo se alegra,
pensamos la gente y yo
de muy distinta manera,
lo que a unos regocija
a mí me causa tristeza.
Ayer al volver a casa
de dar al campo una vuelta,
al paso de mi caballo
encontré en la carretera
el convoy en que llegaban
los que iban a hacer la fiesta.
Un caballejo pelado
que, al compás de su cojera,
tiraba penosamente
de un tosco cajón con ruedas.
Y asomaban fuera de él,
como sirviendo de muestra,
cuatro largos palitroques,
un tambor y una corneta.
Y caminaban detrás
formando gentil pareja
un hombre y una mujer,
ambos de cara famélica.
Hay títeres esta tarde
y todo el mundo se alegra.

Hay un momento en el que dudaban de si faltaban algunos versos, así que si alguien puede dar alguna pista sobre el texto, bienvenida sea.

sábado, 9 de enero de 2010

Cosas que están lejos aunque estén cerca

En mi casa, la pereza de quitar el Belén se esconde tras la tradición de mantenerlo puesto hasta el primer domingo después de Reyes.

Sin embargo, a pesar de este último resquicio, parece que ya se fue la Navidad: las luces de colores y las guirnaldas de los escaparates se han cambiado por grandes carteles que anuncian rebajas en virtud de otra tradición bien distinta.

De esta forma, la sociedad mantiene por unos días el impulso consumista y el fin de las fiestas se hace más llevadero. Tradición que sí que parece quedar atrás -Feliz Borabor aparte- parece ser la de organizar ciertas reuniones a las que uno no tiene ganas de ir.

Hoy, al abrir al azar El libro de la almohada de Sei Shonagon leo esto:

Cosas que están lejos aunque estén cerca.

Fiestas que se celebran cerca del Palacio.
Relaciones entre hermanos, hermanas, y otros miembros de la familia que no se quieren.
El camino zigzagueante que lleva al templo de Kurama.
El último día del Duodécimo Mes, y el primero del Primer Mes.