sábado, 20 de marzo de 2010

Cádiz

Sea en tren o en coche, ya en el camino a Cádiz se vislumbran algunos de sus beneficios. Su magia consiste en hacer que uno se sienta al margen de las preocupaciones. Se aconseja comida en restaurante hispano-marroquí y posterior paseo junto al mar. La asistencia a unas jornadas de lingüística u otros actos académicos no es obligada, pero puede servir de excusa para la visita.