Ayer se fue la luz a las 8 de la mañana y no volvió hasta las 11 de la noche. Y cuando uno no puede trabajar en el ordenador -donde tiene media tesina-, se tiene que tomar la sopa fría y a las 4 y media de la tarde no puede seguir leyendo porque llueve y apenas entra claridad por la ventana, se da cuenta de su dependencia de la luz.
Más tarde, sobre las 7, al apagar la vela y andar por el lento pasillo antes de salir de casa, uno piensa no tanto en Borges como en la abstracción de todos los invidentes. También piensa que la soledad es la ausencia de los sentidos.
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Una interesante definición de "soledad".
ResponderEliminarYo creo que el hombre,cuanto más evolucionado, es más vulnerable. Y a la vista está con lo que has escrito. Somos vunerables porque dependemos de muchísimas cosas (la electricidad, el agua corriente,etc.). Si nos quitaran todo eso, no podríamos sobrevivir. En esto los animales tienen ventaja sobre nosotros.
Pues sí, cuantas más comodidades tenemos más dependemos de ellas.
ResponderEliminarEl hombre (genérico) es cómodo por naturaleza, y es muy fácil acomodarse a todo lo que estos adelantos suponen de comodidad para nosotros.
ResponderEliminarA mi me resultaría incómodo vivir sin agua corriente, pero aún recuerdo cuando, en casa de los abuelos, nos bañabamos en un bareño. Y terminabamos igual de limpitos. O sin electricidad... lo cómodo que es un microondas es increible, pero si que recuerdo una hornilla en la que se cocinaba con madera y siempre había pan recién hecho. La de gas tampoco hacía mal apaño. Hoy con un apagón no podemos tomar ni café.
Y no hablemos de la informática y los ordenadores... pero las tesinas, mi querido caballero, siempre se hicieron a mano primero y, ya limpitas, a máquina. Aún tengo mi Olivetti lettera 35, la misma con la que aprendí a teclerar... y aún funciona.
Me gusta descargarme un libro de internet, y poder poner las letras tan grandes como necesito para poder leerlos, pero me gusta el olor a papel y a tinta y el tacto de los libros, doblar la esquina de la página para saber por donde me quedé o hacer anotaciones al margen.
En casa tengo todo eléctrico, pero también un hornillo de gas y cerillas, por si acaso, un quinqué o unas velas ( me gusta el olor a cera o queroseno), papel y lápiz siempre a mano y un transistor antiguo (radio para los modernos) y en que sólo se pueden escuchar dos emisoras.
No me entusiasma que se vaya la luz, pero aprecio más lo que tengo, que no es ausencia de sentidos sino poco uso.
Perdón por la extensión pero es que también pienso mucho en esto.
Saludos.
Anda, vaya tela!
ResponderEliminarPues yo me hubiera hecho caca del miedo (perdón por la expresión, pero es que lo merece) si hubiera tenido que pensar en Borges mientras andaba el pasillo de mi casa con una vela...
Maile: la tesina la hago directamente en el ordenador para no tener que hacer el mismo trabajo dos veces. Efectivamente, el hombre es cómodo por naturaleza. Como no, también estoy de acuerdo con el poco uso que hacemos de los sentidos. Otro saludo.
ResponderEliminarSperanza, ya no llevaba vela, iba a oscuras y me acordé de las "lentas galerías" del "Poema de los dones":
"Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días"