jueves, 10 de diciembre de 2009

¿El tamaño importa?

Parece que sí. La preocupación por el tamaño no es nada nuevo, ya Gracián decía aquello de que "lo bueno, si breve, dos veces bueno, y aun lo malo, si breve, no tan malo", que ha pasado al refranero popular. Y, hablando de refranes, también tenemos este otro: "Caballo grande, ande o no ande". Son sólo dos ejemplos de que el tamaño importa, claro que importa.
La reflexión metabloguera -o meta twittera- ya está hecha aquí, con gran sutileza además. Y si nos adentramos en la historia de la literatura encontraremos numerosas preceptivas sobre el tamaño. Imposible abarcar todo ello cuando la paciencia del lector de blog se escurre incesante como los granos de arena del reloj.
El lector de microrrelatos también es un lector impaciente, o demasiado ocupado, y el género le viene como anillo al dedo, porque las novelas -como las bicicletas- son para el verano.

10 comentarios:

  1. El problema es que los soportes digitales están mermando cada vez más los hábitos lectores de calidad (lecturas serenas, tranquilas, meditativas,etc.). Y no está mal que parte de la literatura actual se amolde a ciertos esquemas dados por las nuevas tecnologías (los blogs, por antonomasia). Pero toda la producción literaria no debería verse reducida a estos moldes expresivos, porque, de ser así, ello constituría el primer paso hacia la extinción de la literatura tal como la concebimos.

    Eso es lo que yo creo.

    Un abrazo, Quique

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  2. También pienso que la lectura rápida y entrecortada que podemos hacer en Internet no tiene parangón con una lectura tranquila y sosegada. Por ello, el libro como soporte, ya sea de textos extensos o breves, no desaparecerá.
    Por cierto, hay quien en un blog inserta una novela entera, por capítulos, eso sí.

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  3. Me refiero en el comentario anterior a la novela El rompimiento de gloria, que ya me han recomendado dos personas. Así que la leeré, D. m. Eso sí, en formato tradicional.

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  4. Mis hábitos de lectura en Internet suelen ser diagonales, aunque siempre hay tiempo para lecturas más pausadas y/o analíticas.

    Es cierto que en Internet hay cabida para los textos largos pero, en mi opinión, si quieres tener cierta visibilidad y mostrar tus ideas a más personas, debes optar por una escritura más comedida (en extensión) para la red. El lenguaje de la red es el lenguaje de la inmediatez, nos guste o no.

    Precisamente intento adaptar mi blog a este lenguaje de internet: textos breves pero precisos (sin rodeos) y alguna imagen (fotografía) para ilustrar. Aunque quizás esto sea solo mi estilo personal.

    Para leer "de verdad" prefiero el libro (o el ebook, ¿por qué no?).

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  5. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero lo malo, si breve, no se convierte en bueno. Ese es el problema que yo le veo al microrrelato: se publica mucha morralla en forma de microrrelato que, solo por ser breve, pretende ser de una calidad algo así como vanguardista. Y si no te gusta, el argumento es que estás anticuado o no eres capaz de comprenderlo.

    Perdóname, em10, la crítica al género. Como en todo, hay microrrelatos muy buenos (los vuestros, por ejemplo). Pero también los hay muy malos (sigo sin verle la gracia a Monterroso, sinceramente).

    Sobre el soporte, soy una defensora del libro tradicional, pero me parece que el e-book es muy apropiado para ciertos libros. Se gasta demasiado papel en libros de vida muy corta (que nadie compra, vamos), o demasiado técnicos, o demasiado decorativos.

    Vaya parrafada...

    ¡Besos!

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  6. Te alabo el gusto por un blog de textos breves pero precisos, JAVI. Sobre el soporte, creo que básicamente estamos de acuerdo, en la línea de lo que defiende FILÓLOGA ERRANTE.

    En cuanto al género del microrrelato, querida FILÓLOGA ERRANTE, coincido contigo en que "lo malo, si breve, no se convierte en bueno". Eso sí, no es lo mismo "perder" 1 minuto de tu vida que 10 horas.

    Desgraciadamente, la profusión de literatura, no sólo de microrrelatos, igual que la profusión de blogs, implica que sea necesaria una buena trilla.

    No me considero tampoco un enfervorizado defensor del género y, de hecho, hace mucho que no escribo micros. Aunque hay microrrelatos muy buenos, prefiero, sin lugar la dudas, la poesía, en la que, por supuesto, también es necesario discernir y separar el grano de la paja.

    PD: he usado diversidad tipográfica para favorecer la lectura diagonal, uno nunca deja de aprender de sus amigos. Gracias.

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  7. Me gusta leer.. hoy me da igual dónde. Adoro el olor de los libros, a papel y a tinta; el olor a nuevos, o viejos; si me engancha lo hace en las tres primeras páginas pero, si es una historia, no puedo remediar irme al final y leer el desenlace. Luego lo retomo donde lo dejé. La única forma de evitarlo es recibirlo por capítulos, con continuidad y sin final definido. Por eso me gustan los blogs. Y si es poesía, no necesito final.
    Ando por Facebook, o por Tuenty, y lo de los relatos cortos evita la espera.
    Con lo de la lectura diagonal aún me hago un lío... los ojos se me van y me pierdo la mitad... lógicamente he de leerlo más de una vez.
    Lo mejor, da igual en el formato en que lo recibas, es la lectura y disfrutar con ella.

    A mi no me importa el tamaño. si me gusta lo leo; si no, ni aunque sea corto.

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  8. Me alegro de que disfrutes con la lectura, Maile. Bienvenida.

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  9. Es cierto que cada lectura requiere de unas condiciones, y que las novelas son para el verano suele ser un hecho. No es menos cierto que la estética de lo breve da pie a mucha morralla, a poemas (ahí está la fiebre de los haikus en serie) y micros como churros.
    Todo requiere su justa medida. Ni lo breve ni lo largo son buenos per sé. Y, por supuesto, no son excluyentes. Yo mismo, que parecía oponer a twitter y blogger en mi entrada aquí citada (gracias) no creo que deban ser herramientas incompatibles. Hay para todos los gustos y para todas las ocasiones.
    Un abrazo, Enrique.

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  10. Así es, Juan Antonio. Otro abrazo.

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