Sea en tren o en coche, ya en el camino a Cádiz se vislumbran algunos de sus beneficios. Su magia consiste en hacer que uno se sienta al margen de las preocupaciones. Se aconseja comida en restaurante hispano-marroquí y posterior paseo junto al mar. La asistencia a unas jornadas de lingüística u otros actos académicos no es obligada, pero puede servir de excusa para la visita.
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Qué bien vives (vivís... :D)
ResponderEliminar¡Besos!
Vaya con los jóvenes yuppies estos, cómo viven...
ResponderEliminarCadiz es magia, mi señor.
ResponderEliminarIr deberia ser obligacion... la Caleta, contar los bloques, pasear por el populo, y comer... un bocata en la padereta de la Victoria ya es suficiente.
Excusas... no son necesarias. Tiempo... si.
Besos, mi señor.
Cádiz, patria querida...
ResponderEliminar;)
Besos y abrazos. Y disculpad la inactividad.
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